lunes, 22 de octubre de 2012

Cosas deseadas


En la época en la que aún se escribía con bolígrafo sobre un papel. Cuando porque era porque y no pq; quedamos, quedamos y no kdmos. En la que hablábamos por teléfono, y no por whatsapp. En la que nos tomábamos una cerveza o un café con mucha más frecuencia de lo que lo hacemos ahora. En esa época recibí, inesperadamente, de una compañera de colegio, en un periodo de esos que tenemos todos, y que podríamos denominar los días raros, un breve escrito. Y digo inesperadamente porque aquella persona, ni mucho menos, pertenecía a mi círculo más cercano. 

Y es que, hay veces que en la vida recibimos regalos no esperados de personas  inesperadas. Aún veo a esta compañera, al menos un par de veces al año, en las reuniones de amigos de colegio que todavía realizamos, gracias al afán de unos cuantos. Seguramente ella ni se acuerde de aquello que me entregó, y que yo conservo en un amarillento folio. Algún día se lo recordaré.

Por alguna circunstancia concreta, en alguna situación especial he traspasado ese escrito. Y ahora quiero hacerlo aquí. ¡Qué lo disfrutéis!


“Anda plácidamente entre el ruido y la prisa
y recuerda que paz que puede haber en el silencio.
Vive en buenos términos con todas las personas,
todo lo que puedas, sin rendirte.

Di tu verdad tranquila y claramente,
escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante,
ellos también tienen su historia.

Evita a las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones al espíritu. Si te comparas con otros puedes volverte vanidoso y amargo porque siempre habrá personas más grandes, y más pequeñas que tú.

Disfruta de tus logros así como de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde,
es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo.

Usa la precaución en tus negocios,
porque el mundo está lleno de trampas,
pero no por eso te niegues a la virtud que pueda existir.
Mucha gente lucha por altos ideales
y en todas partes la vida está llena de heroísmo.

¡Sé tú mismo!, especialmente no finjas afectos
tampoco seas cínico respecto del amor
porque frente a toda aridez y desencanto
el amor es perenne como la hierba.

Recoge mansamente el consejo de los años,
renunciando graciosamente a las cosas de juventud.
Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina
pero no te angusties con fantasías,
muchos temores, nacen de la fatiga y la soledad.

Junto con una sana disciplina, sé amable contigo mismo.
Tú eres una criatura del Universo,
no menos que los árboles y las estrellas;
tú tienes derecho a estar aquí
y te resulte evidente o no,
sin duda el universo se desenvuelve como debe.

Por lo tanto, mantente en paz con Dios,
de cualquier modo que lo concibas
y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones,
mantén en la ruidosa confusión, paz con tu alma.

Con todas sus farsas y sueños rotos,
este sigue siendo un mundo hermoso.
Ten cuidado... Esfuérzate en ser feliz.” *



*Desiderata, es un poema muy conocido sobre la búsqueda de la felicidad. Su autoría no está clara. Unos dicen que se encontró en la vieja iglesia de Saint Paul en Baltimore en el año 1693, y otros que fue escrito por Max Ehrmann a principios del siglo XX. 



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