sábado, 24 de noviembre de 2012

Dejarse llevar


Damos vueltas y más vueltas a las cosas. Es algo de lo que no podemos desprendernos. Perdemos más tiempo del necesario en buscar una explicación racional a hechos irracionales; en valorar si somos capaces de perdonar un agravio; en cómo debemos actuar ante esa persona que nos importa; en si deberíamos emprender ese viaje;... Miles de preguntas que nos atenazan. ¿Deberíamos hacer? ¿Deberíamos decir? Es agotador.

Este es un fragmento de un texto erróneamente atribuido a Jorge Luis Borges.

“[...] Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares donde nunca he ido, comería más helado y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios. [...]”

Está muy bien darse un respiro y simplemente dejarse llevar. Pensando sí, pero sólo lo necesario. No más.




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