“Ojo por ojo y el mundo acabará ciego” (Gandhi)
Recién llegada
de vacaciones, donde he permanecido aislada de lo que pasaba en el mundo, un bofetón de realidad en forma
de imágenes bajo el titular “La oposición denuncia cientos de muertos por gas
nervioso en Siria”, me sacó de mi nirvana particular.
Siria. Destino de vacaciones pospuesto y anhelado de forma recurrente desde
que leí “Viaje a la luz del Cham” de Rosa Regás. De eso hace ya más de 15 años
y el motivo siempre ha sido el mismo: la inestabilidad política de Oriente Próximo.
Palmira, Alepo, Damasco,...ciudades que quedaron grabadas en mi memoria con la intención de visitar algún día, y que desde hace meses veo en las noticias de forma muy distinta a la imaginada.
Palmira, Alepo, Damasco,...ciudades que quedaron grabadas en mi memoria con la intención de visitar algún día, y que desde hace meses veo en las noticias de forma muy distinta a la imaginada.
Ayer lo busqué en mi desordenada biblioteca. Ahora reposa en la mesilla de noche, junto con unos cuantos más, con la intención de viajar a la Siria
que nunca debió dejar de existir.


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